Después de pasar la noche en Cauterets, nos levantamos el martes por la mañana un poco tarde, y después de desayunar decidimos donde iriamos a remar. No había muchas opciones, así que embarcamos por encima del salto clásico edu, uri, andreu y yo. Embarcamos justo debajo de un antiguo teleférico o algo por el estilo, y corrmios un par de pasos antes de llegar al salto clásico.
Primer paso.
Todos.
Paso del tronco.
Remamos el salto unas cuantas veces, y continuamos el descenso hasta llegar a la rampa que marca el inicio del tramo clásico.
Cauterets es alucinante, uno de los mejores valles del pirineo, ya que presenta una perfecta combinación de desnivel, agua y iun montón de piedras.
Rampa de la ermita.
Pasos por encima de la rampa.
La rampa.
Una vez aquí continuamos hasta el pueblo de Cauterets remando la sección clásica, que es bastante divertida.
Fotos Indi y Albert Aixàs
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